Canadá se ha convertido en el primer país que se retira del Protocolo de Kioto tras su ratificación, un día después del fin de la cumbre de Durban, ante la imposibilidad de cumplir con sus compromisos y mantener el desarrollo de sus yacimientos petrolíferos.
Recién llegado de la cumbre de la ONU sobre el cambio climático, el ministro de Medio Ambiente de Canadá, Peter Kent, anunció: "invocamos nuestro derecho legal para retirarnos formalmente de Kioto".
Kent justificó la decisión porque Canadá no cumplirá en 2012 con la reducción de emisiones acordada en el tratado, para evitar "la transferencia a otros países" de 14.000 millones de dólares canadienses.
Kent dijo durante una rueda de prensa que "el Protocolo de Kioto no representa el camino hacia adelante para Canadá" y el acuerdo negociado a finales de la década de los años noventa es un "impedimento" para luchar contra el cambio climático.
Bajo Kioto, según Kent, Canadá tendría que adoptar medidas "radicales e irresponsables" -como reducir vehículos o el uso de calefacción- o pagar miles de millones de dólares en multas. Según el Gobierno de Harper, la implementación de Kioto habría supuesto retirar de las carreteras todos los vehículos que circulan o eliminar la calefacción de cada edificio del país.
Asimismo, señaló que Kioto es el "incompetente legado" del anterior Gobierno canadiense y confirmó que desde que el Partido Conservador del primer ministro, Stephen Harper, llegó al poder en 2006, Ottawa no ha tenido intención de implementar el tratado.
Laura Santana y Carmen Mahiques
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