El temor a la contaminación en la provincia meridional china de Guangxi ha originado la compra masiva de agua embotellada, después de que una empresa minera vertiera cadmio tóxico a un río, superando tres veces el límite permitido por el Gobierno.
En la ciudad de Liuzhou, en los supermercados, los carritos de la compra se llenaban de cajas de agua embotellada y las estanterías de los establecimientos se vaciaban mientras el Gobierno trataba de tranquilizar a la población asegurando que el suministro de agua potable es seguro, destacó el diario "Oriental Morning Post".
Las autoridades verificaron que el nivel de cadmio del río Longliang, tras el vertido de la empresa Jinhe Mining Co, era superior a lo permitido, según confirmó la agencia oficial de noticias Xinhua.
Dichos niveles de contaminación fueron detectados el 15 de enero, después de que aparecieran muertos "un pequeño número" de peces en el citado río, aunque mediciones posteriores revelaron un descenso en cadmio, añadió Xinhua.
Las autoridades enviaron funcionarios a la región para asegurar el suministro de agua potable y prevenir la especulación con el precio de este bien de primera necesidad.
A pesar de que las autoridades de Liuzhou aseguraron que la calidad del agua en esta área era "segura", la semana pasada, los bomberos arrojaron productos químicos al citado río para intentar neutralizar el cadmio.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cadmio es un cancerígeno que puede dañar seriamente los riñones, los huesos y el sistema respiratorio. Tiene varias aplicaciones industriales, que van desde el acero hasta las baterías.
Las tres décadas de rápido crecimiento económico y una aplicación ligera de las leyes de protección del medio ambiente provocan que la mayoría de ríos y canales estén altamente contaminados con desechos tóxicos, procedentes de fábricas y granjas.
Un florecimiento de algas tóxicas -causado, probablemente, por la contaminación, tales como fertilizantes químicos - en el lago Taihu al este de China, contaminó los suministros de agua de más de 2,3 millones de personas en 2007.
La contaminación originada por fábricas privadas, origina cada vez más protestas en China, ya que la población teme por su salud y muestra una creciente conciencia sobre el medio ambiente.
Carla Ortiz y Laura Ferré
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