17 de febrero de 2011

Plástico, Fantástico: Casa Ecológica Botella Mano de Piedra


Aquí tenemos una casa construida con botellas de plastico, un ejemplo peculiar de cómo cuidar el medio ambiente.





Cuando pensamos en el lema Reducir, Reutilizar, Reciclar, la "reutilización" de todo es a menudo pasado por alto.
Pero una familia emprendedora en la Argentina ha reutilizado un gran número de botellas de plástico, Tetra Pack y cajas de CD para hacer una casa única y educativa.
Alfredo Santa Cruz y su familia construyeron la casa (casa de juego y de acompañamiento) a sí mismos utilizando los elementos que normalmente terminan en el flujo de residuos.
Su objetivo admirable: para recordar a otros que pequeñas contribuciones de todo el mundo puede ayudar a lograr el objetivo común de cuidar la Tierra.

















Este proyecto se inició, no como una visión artística, sino como un deseo de compartir una pasión por el cuidado del medio ambiente. La familia de Santa Cruz cree que cada individuo debe ser considerado responsable de su propio impacto en el planeta, y hacer todo lo posible para reducir ese impacto. Para hacer su parte, la familia decidió utilizar los residuos de su propio hogar y de sus amigos y vecinos para construir un recordatorio muy visual de cómo muchas cosas útiles que simplemente se desechan.

















La casa se encuentra en Puerto Iguazú, cerca de las Cataratas del Iguazú. Está compuesto por 1.200 botellas de plástico PET (las paredes), la leche de 1300 y vino cajas de Tetra Pack (techo), 140 cajas de CD (puertas y ventanas), y un adicional de 320 botellas de plástico PET en los muebles. Otros materiales reciclados fueron utilizados para hacer los adornos y accesorios de la casa y casa de juegos.





















La familia desarrollado su propio método para unir las botellas, que ahora felizmente enseñar a cualquier persona que desee aprender. Ellos piden nada a cambio, solo que aloja ayudarles a pagar el viaje y alojamiento. La botella Casa Ecológica se ha convertido en una atracción turística para la zona de las Cataratas del Iguazú, y en la familia apoya el proyecto a través de donaciones y venta de sus productos artesanales a los visitantes.
Aparte de ser un lugar encantador y caprichoso para visitar, la botella de Casa Ecológica demuestra que uno no tiene que ser un arquitecto o un gran presupuesto para hacer un impacto en el flujo de residuos. Esta familia utiliza nada más que basura, el trabajo duro y su dedicación al medio ambiente para completar un proyecto que es inspirar a la gente e influir en todo Sur América y el mundo.