El problema empieza cuando las pilas o las baterías se gastan, terminan de ser útiles y hay que deshacerse de ellas, porque, aunque sólo representan un 0,20% de los residuos que se generan en nuestros hogares, en su fabricación se usan metales pesados como el mercurio, el plomo, el cadmio y metales ácidos, muy peligrosos todos para el medio ambiente.
Por eso es tan importante realizar una correcta recogida de las pilas, especialmente las de botón, que son las más contaminantes: una sola pila botón de mercurio puede envenenar 600.000 litros de agua.
Según una encuesta reciente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un 90% de los encuestados separa las pilas.
Una vez utilizadas, no las tires a la basura mucho menos al inodoro. Algunas ciudades tienen contenedores específicos ubicados en las calles, mientras que en otras, el ayuntamiento reparte cajas especiales por comercios y centros públicos. Si en tu ciudad no existe este tipo de contenedores, deposítalas en el punto limpio más cercano. Y si no lo encuentras, habla con tu ayuntamiento para que adopte alguna de estas medidas.
Nunca mezcles pilas nuevas con usadas,las pilas recargables son una buena opción :)
María Tardío y Eric
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